Venenos de Alacrán Contra el Cáncer: Un Avance desde Guadalajara

Por: Rocío Rios

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Venenos Arácnidos Contra Células Cancerígenas: Un Avance desde Guadalajara

Los alacranes, temidos depredadores de ocho patas y aguijón venenoso, podrían tener un papel crucial en la lucha contra el cáncer. Un proyecto de investigación gestado hace una década ha revelado el potencial de las toxinas de veneno de alacrán para inhibir el crecimiento de células tumorales de cáncer de mama.

Demetrio Agustín Rodríguez Fajardo, egresado de la licenciatura en Medicina del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), ha estado al frente de esta investigación. Su estudio se centró en la reacción de células tumorales de cáncer de mama a la aplicación de toxinas extraídas de los venenos de alacranes.

“Buscamos venenos de alacranes presentes en el Occidente de México, analizamos sus características, entendimos las proteínas que los componen y probamos sus efectos en líneas celulares tumorales humanas”, explica Rodríguez Fajardo. El enfoque estuvo en células tumorosas con mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2, cruciales en la regulación del crecimiento celular.

Descubrimientos Clave

El estudio se realizó con venenos de alacranes de Colima (Centruroides limpidus tecomanus) y Durango (Centruroides suffusus). Al identificar las proteínas del veneno, Rodríguez Fajardo encontró una proteína capaz de bloquear otras involucradas en los mecanismos de reparación celular. “Esta proteína impide que las células cancerígenas se dupliquen, ya que bloquea su capacidad de reparación y proliferación”

Para probar los efectos de las toxinas, se utilizaron métodos cromatográficos que separaron los componentes del veneno antes de administrarlos a las líneas celulares tumorales. El estudio comparó los efectos del veneno con un grupo control y un tratamiento convencional de quimioterapia oral, evaluando parámetros como crecimiento y proliferación celular.

Resultados Prometedores

Los análisis mostraron que las toxinas del veneno afectaban significativamente el crecimiento de las células tumorales, provocando muerte celular por apoptosis o necrosis. “Aunque la idea nació hace 10 años, fue en 2013 cuando comenzamos a ver los primeros resultados”, comparte Rodríguez Fajardo.

El proyecto, titulado “Caracterización e identificación de elementos modulares de la respuesta tumoral presentes en venenos provenientes de especies de género Centruroides con predominio en el Centro Occidente de México en un modelo de cáncer mamario”, ganó el Premio Estatal de Innovación, Ciencia y Tecnología Jalisco 2018 en la categoría de Investigación Temprana.

Demetrio Rodríguez recuerda cómo una clase de Biología en la secundaria despertó su interés por los venenos de animales. La pérdida de una figura materna a causa del cáncer de mama lo motivó a investigar cómo estas toxinas podrían combatir el crecimiento celular incontrolado.

Rodríguez se puso en contacto con expertos de CUCS y la UNAM, quienes lo guiaron en su investigación. “Los venenos de alacrán son fascinantes y aún desconocemos mucho sobre ellos”, y  asegura que estos estudios pueden profundizarse para desarrollar protocolos de experimentación en otros modelos y, a largo plazo, generar tratamientos que utilicen las propiedades del veneno de alacrán para detener el avance de diversas enfermedades.