Karla Coyote explica cómo los microchips revolucionan la medicina y la localización de personas
Toluca, México a 9 de noviembre de 2024. – Los microchips, conocidos en la tecnología por su rol en robótica, telecomunicaciones y otros sectores, ahora están revolucionando el ámbito médico. Según Karla Coyote, directora de la carrera de mecatrónica del Tec de Monterrey, campus Toluca, los microchips aplicados a la medicina permiten una amplia variedad de funciones, desde ayudar a personas con discapacidad hasta facilitar la localización de personas, animales y objetos.
Coyote describe cómo esta tecnología ha avanzado y comparte cuatro aplicaciones de los microchips en el área médica:
1. Prótesis inteligentes
Los microchips, insertados de forma invasiva o externa, pueden captar señales cerebrales para controlar prótesis inteligentes, ayudando a personas con extremidades amputadas a mover brazos o piernas. “Este tipo de tecnología permite que los sensores y materiales semiconductores reaccionen al estímulo del cerebro, facilitando el movimiento de las prótesis”, comentó Coyote.
2. Comunicación para personas con discapacidad
Microchips y circuitos integrados ayudan a personas parapléjicas o con problemas de comunicación a expresarse mediante adaptaciones auditivas o visuales. Como ejemplo, un joven en España utiliza un implante que convierte sonidos en vibraciones, ayudándole a detectar sonidos a través de nuevas sensaciones.
3. Medición continua de glucosa
Sensores en microchips permiten medir niveles de glucosa sin necesidad de un glucómetro tradicional, posibilitando monitoreos continuos y facilitando el control de la diabetes. Este desarrollo, integrado en dispositivos portátiles, minimiza la necesidad de muestras de sangre y facilita el seguimiento de esta condición de salud.
4. Geolocalización de personas y objetos
Microchips subdérmicos permiten la localización mediante radiofrecuencia, GPS y otros sistemas, ideales para localizar personas o mascotas. Los chips de cerámica, menos invasivos y menos propensos a ser rechazados por el cuerpo, funcionan con sistemas similares a los utilizados en tiendas para rastreo de productos.
Estos dispositivos requieren un sistema de carga de batería externa para evitar el consumo constante de energía, lo que garantiza su efectividad al recibir señales. “Esta tecnología se activa con señales externas, logrando emitir alertas y posicionamiento con precisión”, explica Coyote.
La experta concluye que estos avances en microchips abren nuevas posibilidades en la medicina y para la localización, al tiempo que brindan a los pacientes soluciones menos invasivas y altamente efectivas.