La Era de los “Perrhijos”: Beneficios de Vivir con Perros Según la Ciencia

Por: Rocío Rios

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La Ciencia Avala la Relación con los Perros, pero con Matices

La relación entre los humanos y los perros ha existido durante miles de años, evolucionando desde una necesidad de supervivencia hasta convertirse en una de las conexiones más afectivas y cercanas que muchas personas experimentan en la actualidad. Vivir con perros, popularmente conocidos en la era moderna como “perrhijos”, no solo trae consigo un compañero leal, sino que también ofrece una serie de beneficios para la salud física, emocional y social, como lo respaldan diversos estudios científicos. Sin embargo, como bien advierten los expertos, estos beneficios no son automáticos ni universales; dependen de múltiples factores como la calidad del vínculo entre el perro y su dueño, las características individuales de cada persona, y el entorno en el que se desarrollan estas interacciones.

El Longevo Vínculo con los Perros: Una Historia de Colaboración

Desde hace más de 15,000 años, los perros fueron el primer animal domesticado por los humanos, desempeñando un papel fundamental en su supervivencia. En sus inicios, estos animales proporcionaban habilidades para la caza y la protección, mientras que los humanos les ofrecían alimentos y refugio. Esta colaboración aumentaba las probabilidades de supervivencia tanto para las personas como para los perros.

Con el paso de los siglos, a medida que las sociedades agrícolas y ganaderas evolucionaban, los perros continuaron desempeñando roles útiles, como la guarda y el pastoreo. Sin embargo, fue en la Edad Media, con el auge de las clases sociales urbanas, cuando surgió la idea de tener perros como mascotas, animales que ya no solo servían para el trabajo, sino también como compañía.

De la Función Práctica al Compañerismo Emocional

Con el paso del tiempo y el proceso de selección artificial, los perros evolucionaron hacia animales que, además de ser nuestros compañeros, desarrollaron una habilidad innata para establecer un vínculo afectivo con los humanos. Esta capacidad de los perros para generar lazos emocionales más profundos ha hecho que, en la actualidad, los consideremos como miembros de la familia.

Este vínculo emocional ha sido objeto de numerosos estudios científicos, los cuales han examinado los beneficios para la salud de vivir con un perro. Sin embargo, la ciencia también ha revelado que no todos los beneficios son iguales para todas las personas, ya que los efectos de tener un perro dependen de factores como el tipo de relación que se forme entre el dueño y el animal, las circunstancias de cada individuo y el contexto en el que se desenvuelven.

Beneficios Físicos: Mejorando la Salud Cardiovascular

Una de las áreas más estudiadas respecto a los beneficios de convivir con perros es la salud cardiovascular. A finales de la década de 1980, algunos estudios en los Estados Unidos sugirieron que las personas que vivían con perros tenían una mayor tasa de supervivencia después de un infarto, en comparación con aquellos que no tenían mascotas. Aunque estudios más recientes han matizado estos resultados, la relación entre la presencia de un perro y la salud cardiovascular sigue siendo un tema de interés científico.

Una de las explicaciones más comunes para estos beneficios es el incremento de la actividad física. Las personas que tienen perros suelen salir a pasearlos regularmente, lo que les permite realizar ejercicios de baja intensidad, como caminar, que son altamente recomendados por los profesionales de la salud. Este tipo de actividad regular ayuda a combatir el sedentarismo, uno de los principales factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares.

Reducción del Estrés: El Efecto Relajante de la Compañía Canina

Otro beneficio importante de convivir con perros es la reducción del estrés. Las interacciones con estos animales, como acariciarlos o simplemente pasar tiempo con ellos, pueden inducir una respuesta fisiológica que disminuye la presión arterial y reduce los niveles de hormonas del estrés, como el cortisol. Este efecto puede ser especialmente útil para aquellas personas que sufren de ansiedad o tienen trabajos estresantes. Sin embargo, los efectos de la reducción del estrés tienden a ser temporales y varían según la calidad de la relación entre el perro y su dueño.

Bienestar Psicológico: La Compañía de un Perro

Los beneficios psicológicos de convivir con perros también son ampliamente documentados. Varios estudios han demostrado que los perros pueden mejorar el estado de ánimo, reducir los síntomas de depresión y ansiedad, e incluso aliviar el dolor crónico. Las personas que sufren de dolor crónico a menudo informan que su malestar se vuelve más tolerable cuando están acompañados de un perro. Esto se debe a que la compañía del animal actúa como un distractor, desviando la atención de los síntomas dolorosos y proporcionando un sentimiento de bienestar.

Un posible mecanismo que explica estos beneficios es el fenómeno de “condicionamiento clásico”. Los perros, al estar presentes en el hogar, se asocian con sentimientos de seguridad y calma, lo que genera una respuesta emocional positiva en los dueños. Esta relación estable y constante con el perro puede reforzar un estado de relajación y tranquilidad, mejorando el bienestar emocional.

Los Perros como Facilitadores Sociales

Además de los beneficios para la salud mental y física, los perros también pueden jugar un papel fundamental en la vida social de sus dueños. Los perros son conocidos por ser “facilitadores sociales”, ayudando a las personas a iniciar conversaciones y conectar con otros, especialmente en espacios públicos. Un estudio realizado en los Estados Unidos mostró que las personas que pasean a sus perros en parques y áreas públicas son más propensas a interactuar con extraños. Los perros, en este sentido, actúan como un tema de conversación natural, lo que facilita la creación de nuevas relaciones y la integración social.

Sin embargo, la raza del perro también puede influir en las interacciones sociales. Perros con un temperamento amigable, como los labradores o golden retrievers, suelen generar más interacciones espontáneas que perros de razas percibidas como intimidantes, como los rottweilers o pitbulls. Este fenómeno está influenciado por estereotipos culturales y mediáticos, por lo que no siempre refleja el comportamiento real del animal.

Perros en Situaciones de Emergencia: Un Pilar de Apoyo Emocional

Además de los beneficios en la vida cotidiana, los perros también juegan un papel fundamental en situaciones de emergencia. Las investigaciones sugieren que las personas con perros están más motivadas a participar en evacuaciones durante situaciones de desastre o crisis. La presencia de un perro actúa como un pilar emocional, ofreciendo consuelo y seguridad en momentos de alta tensión, lo que subraya la importancia emocional de los animales de compañía.

La convivencia con perros, a lo largo de los siglos, ha demostrado ser beneficiosa para la salud humana, tanto física como emocional. Sin embargo, la ciencia nos recuerda que estos beneficios no son automáticos ni universales. Dependen en gran medida de la calidad de la relación entre el perro y su dueño, de las características individuales y del contexto en el que esta convivencia se da. Lo que está claro es que los perros siguen siendo compañeros valiosos que, al ofrecer cariño, apoyo emocional y ayuda en diversas áreas, mejoran la vida de millones de personas en todo el mundo.

Sin lugar a dudas, vivir con un perro no solo implica tener una mascota, sino disfrutar de un vínculo único que puede tener un impacto significativo en el bienestar general de sus dueños.