Un equipo internacional de investigadores ha logrado un avance sin precedentes en paleogenómica, al recuperar la estructura tridimensional del genoma de un mamut lanudo, gracias a una técnica innovadora.
Ciudad de México, 2024. – Después de más de 52,000 años de su extinción, los restos fósiles de un mamut lanudo recuperados en Siberia han revelado secretos genómicos impensables hasta hace poco. Un grupo internacional de científicos logró obtener, por primera vez, cromosomas fósiles de esta especie extinta y, con ello, reconstruir la arquitectura tridimensional de su genoma, algo que solo se había logrado con especies vivas.
Este hallazgo, fruto de más de una década de investigación, marca un avance crucial en el campo de la paleogenómica, permitiendo a los científicos conocer cómo funcionaban los genes de especies extintas y cómo interactuaban en su medio ambiente. El estudio, publicado en la revista Cell en julio de 2024, es considerado uno de los más importantes de los últimos años y abre nuevas puertas para el estudio de otras especies extintas y de aquellos organismos al borde de la extinción.
La Recuperación del ADN Fósil
El descubrimiento, que ha sido calificado como una revolución en la paleogenómica, fue posible gracias a la aplicación de la técnica Hi-C, que permite capturar la conformación de la cromatina y estudiar la estructura tridimensional del genoma. Esta tecnología, hasta ahora utilizada únicamente en células vivas de laboratorio, fue adaptada por los científicos del equipo para ser aplicada a muestras fósiles, como el fragmento de piel de mamut que les permitió reconstruir los cromosomas.
La investigación fue liderada por un equipo internacional que incluyó a científicos de Dinamarca, España y Estados Unidos, con la participación destacada de la mexicana Marcela Sandoval Velasco, quien actualmente es investigadora en el Centro de Ciencias Genómicas (CCG) de la UNAM. En entrevista con Confabulario, Sandoval explicó que el principal objetivo de esta investigación no era revivir al mamut, sino entender mejor los procesos genómicos que ocurrieron en el pasado y que han sido fundamentales para la evolución de las especies.
Innovación y Perspectivas para el Futuro
Este avance en la paleogenómica no solo permitirá reconstruir genomas completos de especies extintas, sino que también abre la posibilidad de estudiar la genética de especies actuales que están en peligro de extinción, pero para las cuales es muy difícil obtener ADN de alta calidad debido a la degradación de su hábitat.
Uno de los aspectos más sorprendentes del estudio es la técnica utilizada para preservar el ADN antiguo: la vitrificación. Este proceso implica la deshidratación de las moléculas de forma que quedan “congeladas” en el tiempo, ralentizando su degradación. Gracias a esta técnica, los científicos pudieron obtener muestras genéticas viables de un mamut que vivió en el Pleistoceno, un periodo que terminó hace más de 10,000 años.
El Futuro de la Resurrección de Especies
Aunque el avance es impresionante, Sandoval fue clara en señalar que la investigación no busca revivir al mamut ni a ninguna otra especie extinta. En lugar de enfocarse en la creación de un “parque jurásico”, como sugieren algunos proyectos de ciencia ficción, los científicos están más interesados en entender cómo los genes del mamut interactuaban con su entorno y cómo sus adaptaciones le permitieron sobrevivir en condiciones extremas.
“Lo que más nos interesa es preservar la biodiversidad que aún tenemos hoy en día. La ciencia que estamos generando no tiene como fin la resurrección de especies extintas, sino el estudio de su historia genética para comprender mejor las extinciones y las condiciones que llevaron a la biodiversidad actual”, subrayó Sandoval.
Un Avance Clave en la Conservación
El estudio del genoma del mamut lanudo no solo aporta información valiosa sobre la extinción de esta especie, sino que también proporciona pistas sobre el funcionamiento de los genes en otras especies, como el elefante asiático, y puede ofrecer nuevas perspectivas sobre las adaptaciones evolutivas de animales en condiciones extremas.
Este hallazgo es un ejemplo de cómo la tecnología moderna puede ayudar a desentrañar los misterios de nuestro pasado biológico, ofreciendo herramientas para conservar y entender mejor la biodiversidad que aún existe en el planeta.
Mientras los científicos continúan explorando el genoma de otras especies extintas y de aquellas que aún luchan por sobrevivir, el descubrimiento de la estructura 3D del genoma del mamut lanudo se establece como un paso clave hacia la preservación del patrimonio biológico global.
Un Futuro Lleno de Posibilidades
Con esta nueva herramienta en mano, los investigadores ahora pueden analizar más a fondo los genes que permitieron a los mamuts adaptarse a su entorno. El siguiente paso será aplicar esta técnica a otras especies extintas o en peligro de extinción, con el fin de preservar su historia genética y comprender cómo se adaptaron a su entorno y cambiaron con el paso del tiempo.
A pesar de las posibilidades que abre este descubrimiento, Sandoval enfatiza la importancia de centrar los esfuerzos en la conservación de las especies actuales. La ciencia ha logrado avances increíbles, pero el futuro de la biodiversidad mundial depende de la preservación de las especies que aún habitan el planeta.
Este avance de la paleogenómica ofrece una ventana a un pasado lejano, pero también nos recuerda lo urgente que es preservar la biodiversidad actual para evitar que futuras extinciones se conviertan en una parte irreversible de nuestra historia.