Amaranto: “la partícula más pequeña dadora de vida”

Por: Rocío Rios

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Puebla, el Gigante del Amaranto en México: Producción y Valor Económico a la Cabeza

Puebla, 21 de julio de 2024 — En el vasto panorama agrícola de México, Puebla se destaca como el líder indiscutible en la producción de amaranto. Con una producción de 3,136.24 toneladas y una superficie cultivada de 1,813 hectáreas, el estado no solo domina en términos de extensión, sino también en rendimiento y valor económico. De acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Puebla lidera con un rendimiento promedio de 1.73 toneladas por hectárea, superando las expectativas del sector.

La producción de amaranto en Puebla aporta significativamente al mercado nacional, contribuyendo con 17.3 millones de pesos al valor de producción total de 60.2 millones de pesos. Este desempeño consolidado subraya la importancia de Puebla como un actor clave en la industria del amaranto a nivel nacional.

El amaranto, conocido en lengua náhuatl como huahtli —que significa “la partícula más pequeña dadora de vida”—, es un alimento ancestral que ha renacido en el presente y promete perdurar en el futuro. Este cereal proviene de una planta de la familia de las amarantáceas, también llamada “alegría”, que puede alcanzar hasta 1.5 metros de altura. Sus hojas largas comestibles se conocen como quelites, y las semillas, que se concentran en espigas o ramilletes, son el componente más valioso.

En México, el amaranto se cultiva desde hace 7 mil años y fue un alimento fundamental en la dieta de los pueblos mesoamericanos antes de la llegada de los españoles. Hoy en día, Puebla sigue conservando zonas de producción que datan de la época precolombina. El 51% de la producción nacional de amaranto se concentra en este estado, con Tlaxcala y Puebla aportando más del 80% de la producción nacional.

El cultivo de amaranto se realiza anualmente, con la cosecha teniendo lugar entre octubre y enero, siendo diciembre el mes en el que se obtiene cerca del 50% de la producción total. Este cereal se elabora en una variedad de productos alimenticios como alegrías, harina, galletas, bebidas y dulces, ocupando un lugar destacado en la alimentación mexicana, tanto culturalmente como en términos de valor nutritivo.

El amaranto es conocido por su perfil nutricional excepcional, con más proteínas que el maíz y el arroz, y 80% más que el trigo. 100 gramos de amaranto contienen 371 calorías, 14 gramos de proteínas, 7 gramos de grasas, 65 gramos de carbohidratos, 7 gramos de fibra, además de vitaminas A, B, C, B1, B2 y B3, y minerales como ácido fólico, calcio, hierro y fósforo. Este cereal es rico en aminoácidos, especialmente la lisina, lo que lo convierte en uno de los alimentos más completos y prometedores a nivel global.

Entre sus beneficios, el amaranto favorece el rendimiento físico y mental, fortalece los huesos, regula el colesterol en la sangre y mejora la salud del corazón gracias a sus grasas poliinsaturadas. También es un suplemento ideal durante el embarazo y la lactancia debido a su alto contenido de hierro y calcio, que apoyan la formación ósea del feto y la salud general durante estas etapas críticas.

En resumen, Puebla no solo lidera en la producción de amaranto en términos de extensión y valor económico, sino que también continúa destacándose por la calidad y el impacto de este alimento ancestral en la salud y la nutrición modernas.